Demolición es un texto para dos actores. De tendencia y referencias realistas y actuales. De intención amena y dinámica. De signo abierto pero aportando la posibilidad de diversas lecturas de menor o mayor calado, desde la más epidérmica, basada en la divertida relación entre los personajes y nos ingeniosos diálogos que esta suscita, a la más profunda, con las reflexiones y metáforas que, explícita o veladamente, se proponen sobre las actitudes vitales y sociales y el compromiso cívico a respeto de la historia y el tiempo de cada quien, teniendo la referencia a la especulación y a la crisis inmobiliaria a la que puede aludir el título como trasfondo, como motor argumental, más que como tema principal. Una situación, un conflicto, personajes y diálogo Cuatro pies para el banco de la comunicación teatral. Hay otros. Pero quisimos probar se llegaba con estos para que el banco se mantuviera en pie. “Comidrama” Ya que el concepto existe, le otorguemos un nombre. Un término que exprese esa alquimia dramática entre el humor y la emoción, entre el dolor y el placer, entre el divertimento y la reflexión. La espera, un eco beckettiano que llega de lejos. El fracaso colectivo reverberando metafóricamente. La fragilidad humana resonando en el fondo del precipicio.