Todo el mundo conoce el mito de Edipo. Hijo de Layo y de Yocasta - Reyes de Tebas -, fue abandonado al nacer en el Monte Citerón debido a las predicciones del oráculo, quien afirmó que el hijo mataría al padre y se casaría con la madre. El niño fue recogido por unos pastores que lo llevaron a la Corte de Pólibo, Rey de Corintio. Ya adulto, consultó al Oráculo de Delfos, porque dudaba sobre su autentico origen, y este le recomendó que se alejara de su patria. Edipo inicia su viaje buscando escapar de un destino inexorable en el que sera protagonista de parricidio, incesto, duelos con monstruos, plagas y otras lindezas similares: rumbo al exilio, se cruzo con Layo (a quien no conocía), discutieron y lo asesino. Una vez en Tebas, resolvió sin dificultad los enigmas que le planteo la Esfinge. Los tebanos, agradecidos, le concedieron por esposa a la viuda Yocasta (o sea, su madre). Cuando la cruda verdad salio a la luz, Yocasta se ahorco, Edipo se saco los ojos, y termino sus días en Colono, ciudad a la que fue llevado por su hija Antígona. Y toda esta terrible historia SE CUENTA DESDE LA HILARIDAD ABSOLUTA, al estilo de la Companhia do Chapito.