Cuatro amigos –dos parejas– se citan para ensayar una nueva obra. Trabajan juntos desde hace tiempo, tienen un pasado lleno de vivencias y de deseos que les une, les confiere una identidad. Son un grupo, una “estructura”, una familia que se ha elegido a sí misma. Pero este pequeño grupo explota inexorablemente ante nosotros. El primero en tomar la palabra activará una máquina implacable que nos asoma a todos los abismos por los que caemos cotidianamente. El director y dramaturgo Pascal Rambert provoca en escena infinitas reacciones con consecuencias inesperadas. Esos precipitados emocionales producen momentos de teatro de una intensidad poco común. Lo demostró anteriormente con La clausura del amor, donde Israel Elejalde y Bárbara Lennie ofrecían una sublime crónica de una separación anunciada. Ese mismo camino de simplicidad irradiante lleva a Rambert a buscar aquí otro momento de gracia, ya no sobre el tema del amor y de la separación, sino sobre el de la escritura y la creación. Y en su centro están el ser humano, el artista, mezclados, desnudos. En Ensayo vuelve a trabajar con Elejalde, a quien se le unen María Morales, Fernanda Orazi y Jesús Noguero. Un espectáculo en forma de ecuación sin incógnitas: en una sala de ensayo María (Morales) –actriz–, Fernanda (Orazi) –actriz–, Isra (Elejalde) –director de teatro– y Jesús (Noguero) –escritor– ven estallar su unión artística. Pascal Rambert, autor y director de Ensayo, está considerado una de las figuras más brillantes del teatro contemporáneo europeo. Su trabajo se distingue por un compromiso inagotable con las últimas corrientes de las artes escénicas: autores contemporáneos, actores y actrices, bailarines, cuerpos y voces. El teatro de Rambert es un reflejo agudo y mordaz de la vida, de las complejas relaciones humanas entre hombres, mujeres, amigos, amores y compañeros de trabajo. Todo ello crea un efecto de distancia y catarsis que arranca la risa del espectador gracias a los desfases inesperados y a los bruscos cambios de dirección. Ensayo fue galardonada con la Medalla de Bronce 2015 del Premio Émile Augier de Literatura y Filosofía otorgada por la Academia Francesa.