En este espacio, en el que nuestra memoria la convierte en INMORTAL, nos encontramos con Helena de Troia “la bella Helena”, la hija de Zeus y Leda, la esposa de Menelao, la amante de París. Estamos en el siglo XXI. Helena ya no es hoy “la bella Helena” sino una mujer con ciertos signos que nos hablan del implacable paso del tiempo; pese a ello, se mantiene poseedora de una energía desbordante, habitando una especie de tobogán emocional transitado por los intensos episodios de su travesía vital, en la que se mezcla el dolor de la niña violada por Teseo con la dolor de la esposa obligada por Menelao; la pasión de la amante enamorado del hermoso París, con el desafío y el rencor con Zeus, su divino padre; la ironía alrededor de muchos de sus contemporáneos- Aquiles, Ulises---, con la impotencia delante de la crueldad de la guerra....