Lo más fantástico de este personaje y de esta novela es el hecho de que Jane Eyre, desde su nacimiento y sin tener unas circunstancias que la lleven a ser de esta manera, tiene en su interior el instinto de superación más impresionante que yo jamás haya leído. Ya en el internado de pobres, donde la envían, para quitársela de encima porque ya se enfrentaba a la injusticia desde muy pequeña, ella percibe su incapacidad de dejarse maltratar por ninguna de las vertientes en que el maltrato pudiera disfrazarse. La Jane le pregunta a su amiga Helen por qué se deja castigar de esa manera. Helen le responde que ella ha venido aquí para recibir una educación y que esto forma parte de la consecución de este gran objetivo. Y Jane dice "no sería capaz de soportar esta humillación, yo, eso, no lo perdonaría. Si todos obedecieran y fuéramos amables con quienes son crueles e injustos, ellos no nos tendrían nunca miedo y serían cada vez más malos. Si nos pegan sin razón tenemos la obligación de devolver el golpe, estoy segura, y bien fuerte, para dejar claro a los que lo hacen que no lo pueden repetir". Jane Eyre es una novela escrita en 1847 por Charlotte Brontë bajo el seudónimo de “Currer Bell”. Con su nombre real, lo más probable hubiese sido que no les hubieran publicado, ni a ella ni a ninguna de sus dos hermanas, Emily y Anne, ninguna de las novelas que escribieron. O, al menos, no habrían logrado el éxito que tuvieron (no en el caso de Emily y sus Cumbres Borrascosas) ni, por tanto, la posibilidad de continuar escribiendo, que era la pasión de todas ellas. Jane Eyre es una ventana a través de la cual Charlotte Brontë nos enseña su visión del mundo. La Jane opina sobre la diferencia arbitraria entre clases y hace especial mención al papel de la mujer en el mundo. Ella nunca deja que nadie olvide, por ser pobre o ser mujer, que no es un ser inferior. Pero por encima de todo, Jane Eyre es una obra romántica donde la lucha por la libertad es el impulso que guía a la protagonista en un mundo donde las mujeres no la podían alcanzar. También hay, por supuesto, una gran historia de amor que sólo se podrá vivir cuando los dos protagonistas estén de igual a igual, cuando el amor no sea una prisión, sino un acto de libertad. Carme Portaceli